Jesucristo, Dios en la carne: una defensa de la divinidad del Señor (parte 7

Publicado en por Miguel

Los escépticos han desarrollado muchas teorías para negar la resurrección de Jesucristo algunas son:

 

La resurrección es una leyenda

El Nuevo Testamento registra doce diferentes apariciones del Cristo resucitado, en Mateo, Lucas, Juan, Hechos y 1 Corintios (dada las crítica que ha recibido Marcos en sus últimos capítulos, especialmente desde 16:8 en adelante, Schwarz no menciona las apariciones registradas ahí). Estos testimonios fueron escritos porque eran verídicos. Nadie se hubiera tomado el tiempo ni se hubiera molestado en escribir acerca de un Judio ejecutado, un aldeano de la zona rural de Galilea, si realmente hubiera quedado en la tumba. Y como estos relatos se escribieron muy poco después de la muerte de Cristo, si hubiesen sido falsos podrían haber sido refutados por testigos todavía vivos.”63

 

 

W.L. Craig dice de 1 Corintios 15 “los informes de las apariciones de Jesús después de la resurrección se remontan a los primeros cinco años después del acontecimiento.”64

 

Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce;

luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí. (1 Corintios 15:3-8)65

 

Zegún el teólogo alemán Paul Althaus, la declaración de que Jesús había resucitado“no hubiera podido ser sostenida ni siquiera un día, ni una hora, se hubiera podido demostrar fehacientemente que, en realidad, la tumba no estaba vacía.”66

 

El testimonio de las mujeres no era valido en aquel tiempo, por lo que jamás se hubiera in ventado que ellas encontraron la tumba vacía.

 

Los discípulos tuvieron alucinaciones

El Nuevo Testamento dice que ellos no esperaban que Cristo resucitara, y además estamos hablando de mas de 500 personas que le vieron resucitado (1 Corintios 15:6);

Jesús se dejo tocar (Juan 20:27), comió con ellos (Juan 20:12-13) y finalmente partió al cielo y salvo por revelación del Espíritu (en visión) no le volvieron a ver.

 

 

La teoría del desmayo:

 

La opinión: Sostiene que Cristo no murió realmente en la cruz sino que solamente sufrió un desmayo. Cuando fue colocado en la tumba de José de Arimatea todavía se encontraba vivo, siendo reanimado por el aire helado de la tumba, por lo que luego se levantó y se fue.

 

La refutación: Piénsalo por un momento. Jesús recibió varios azotes en su espalda, fue “ungido” con una corona de espinas, sus pies y sus manos perforados con clavos, su costado atravesado con una lanza y su cuerpo fue crucificado. ¿Cómo pudo Jesús, después de haber soportado todo esto, tener la suficiente fuerza como para sobrevivir treinta y seis horas dentro de un sepulcro de piedra, sin calor ni alimentos, ni cuidado médico? ¿Cómo pudo realizar la hazaña sobrehumana de mover la gran roca que cerraba la boca del sepulcro? ¿Cómo pudo vencer a la guardia romana? ¿Cómo pudo, débil, enfermo y hambriento, aparecerse a los discípulos y convencerles de tal modo como para darles la impresión de que había vencido a la muerte? ¿Cómo pudo caminar hasta una aldea llamada Emaús que estaba a unos once kilómetros de Jerusalén? Y finalmente, ¿cómo pudo, entre otros cosas, hacer apariciones ocasionales sorpresivas para luego desaparecer sin explicación alguna? Pregunto: ¿Cómo alguien puede tener tanta fe como para creer esto?

 

 

La teoría del traslado:

 

La opinión: Los judíos, los romanos o José de Arimatea movieron el cuerpo.

 

La refutación: Si los judíos hubiesen expedido una orden oficial para hacer que el cuerpo fuera trasladado, ¿por qué, cuando los apóstoles estaban predicando la resurrección en Jerusalén, no dijeron: “¡Esperen! Nosotros trasladamos el cadáver, Cristo no se levantó de la tumba? Y si fracasaba tal refutación, ¿por qué no explicaron exactamente dónde yacía su cadáver? Si esto fracasaba, ¿por qué no fueron y buscaron el cadáver, lo pusieron sobre una carreta, y lo exhibieron por el centro de Jerusalén? Una acción semejante hubiese destruido el cristianismo. Por otra parte, ¿qué interés tenían los romanos en trasladar un cuerpo que lo único que hubiera traído sería el levantamiento de judíos y cristianos? Finalmente, si José de Arimatea, un discípulo secreto de Jesús, se hubiese aventurado a mover el cuerpo sin consultar con el resto de los discípulos, seguramente les habría dicho a los otros lo que él había hecho cuando éstos estaban anunciando el mensaje de la resurrección.

 

La teoría de la tumba equivocada:

 

La opinión: Las mujeres que fueron a visitar a Jesús se equivocaron de sepulcro, lo mismo que todas las personas que se dirigieron después de ellas.

 

La refutación: ¿Realmente es sensato pensar que tú, yo, estas mujeres, o cualquier otra persona cuerda olvidaría tan fácilmente el lugar en donde había sido dejado en reposo un ser querido tan solamente 36 horas antes? Y en caso de que lo hubieran hecho, ¿nos atrevemos a argumentar que también Pedro y Juan se dirigieron al sepulcro equivocado? Además de esto, si todos fueron al sepulcro equivocado, entonces el Sanedrín podía haberse dirigido a la tumba correcta y presentar el cuerpo de Jesús. ¡Esto les habría cerrado la boca a los discípulos para siempre! ¡Los principales sacerdotes y otros enemigos de Cristo habrían ido con seguridad a la tumba correcta!

Aun si las mujeres, los discípulos y los judíos, hubiesen ido a la tumba equivocada, una cosa es segura; ciertamente José de Arimatea, el dueño del sepulcro, habría resuelto el problema.

 

La teoría del robo:

 

La opinión: Las autoridades religiosas sobornaron a los soldados para que dijeran que se habían quedados dormidos y que los discípulos habían robado el cuerpo de Jesús.

 

La refutación: En primer lugar, si los soldados estaban durmiendo, ¿cómo podían decir que habían sido los discípulos quienes robaron el cuerpo? En segundo lugar, los soldados jamás se habrían quedado dormidos mientras estaban de guardia; hacerlo los habría llevado a la muerte. A un centinela romano le significaba la muerte el dormirse en su puesto. Sin embargo, estos guardias no fueron ejecutados; ni fueron considerados culpables por los gobernantes, a pesar de

lo enfadados y exasperados que deben haber estado por el fracaso de su plan para asegurar el cuerpo. En tercer lugar, si los gobernantes pensaban realmente que los discípulos habían robado el cuerpo, ¿por qué no fueron inmediatamente arrestados y examinados? ¿Por qué no fueron castigados por su crimen? En cuarto lugar, la piedra del sepulcro era demasiado grande. Aun si los soldados estuviesen dormidos y los discípulos trataron de robar el cuerpo, el ruido causado para mover una piedra de este tamaño seguramente los habría despertado. En quinto lugar, ¿es razonable pensar que los mismos discípulos que huyeron cobardemente tres días antes, podrían de repente haberse puesto tan valientes como para enfrentar a un destacamento de soldados en el sepulcro y robar el cuerpo? Además, ¿por qué lo habrían hecho? ¿Qué interés tenían ellos en propagar la creencia en la resurrección, sabiendo que era una mentira? ¿Serían ellos tan estúpidos como para estar dispuestos a morir por una mentira? Como escribe Paul Little: “Los hombres morirán por lo que creen ser cierto, aun cuando en realidad sea falso; sin embargo, no están listos a morir por lo que, saben, es una mentira.”

 

La tradición nos dice que:

Pedro: Murió crucificado de cabeza.

    Juan: Fue echado a una caldera de aceite hirviente... exiliado en la horrible              Isla de Patmos... Murió en Efeso..

Jacobo (hermano de Juan): Murió decapitado

Santiago (hermano de Jesús): Fue arrojado del pináculo del templo y luego fue lapidado.

Andrés: Murió Crucificado en forma de X

Bartolomé: Decapitado en Armenia

Felipe: Crucificado

Matías: Decapitado en Etiopia

Judas T.: Murió en Beiuru Líbano

Tomas: Atravesado por lanzas en la India

 

Pablo: Decapitado en Roma por Nerón


Estas teorías, como la de que las mujeres se equivocaron de la tumba y luego todos los demás o la del traslado, no pueden explicar que el cuerpo jamás haya aparecido ni que tantos hermanos hayan visto al Cristo resucitado.

 

Conclusión

Hemos analizado una pequeña parte de la evidencia acerca de la Divinidad de Cristo, y todo apunta hacia que es quien dijo ser.

 

Un ex ateo, ahora famoso erudito, que examinó la evidencia de la resurrección. Concluyo lo siguiente: “La resurrección de Jesús adquiere un significado tan decisivo no solo por que alguien haya sido levantado de los muertos, sino porque es Jesús de Nazaret, cuya ejecución fue instigada por los judios porque habia blasfemado contra Dios. Si este hombre fue levantado de los muertos, significa simplemente, que el Dios a quien blasfemó supuestamente se ha encomendado a Él.”67

 

C.F.D . Moule dijo:

el milagroso surgimiento de la iglesia en la fase de persecución brutal romana `hace un gran agujero en la historia, un agujero del tamaño y forma de la resurrección” 68

 

Si llegamos a la conclusión que Cristo es Dios que perdona los pecados haríamos bien en creer sus palabras:

 

En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.”(Juan 5:24)69

 

 

Y unirnos y decir junto a los ángeles, los seres vivivientes y los ancianos “y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay , oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron.”(Apocalipsis 5:11-14)70

 

 

 

 

 

Citas

 

  1. LBLA

  2. LBLA

  3. LBLA

  4. Citado en Apologética pag121, N. Geisler y Ron Brookks.

  5. Apologética pag121, N. Geisler y Ron Brookks.

  6. Evidencia que exige un veredicto pag68, Josh McDowell.

  7. Evidencia que exige un veredicto pag68, Josh McDowell.

  8. Wikipedia.

  9. citado en el Modulo Historia del cristianismo SITB pag27, Pablo Deiros y Pablo Lewczuk.

  10. Josefo: las obras esenciales pag269, Paul L. Maier.

  11. Josefo: las obras esenciales pag271, Paul L. Maier.

  12. Josefo: las obras esenciales pag281, Paul L. Maier.

  13. Evidencia que exige un veredicto pag84, Josh McDowell.

  14. Evidencia que exige un veredicto pag88, Josh McDowell.

  15. LBLA

  16. LBLA

  17. Apologética pag133, N. Geisler y Ron Brookks.

  18. Apologética pag133, N. Geisler y Ron Brookks.

  19. Apologética pag133, N. Geisler y Ron Brookks.

  20. Apologética pag134, N. Geisler y Ron Brookks.

  21. Wikipedia.

  22. Evidencia que exige un veredicto pag85, Josh McDowell.

  23. Más que un carpintero pag31, Josh McDowell.

  24. Citado en Apologética pag130, N. Geisler y Ron Brookks.

  25. Citado en Apologética pag130, N. Geisler y Ron Brookks.

  26. Apologética pag131, N. Geisler y Ron Brookks.

  27. Más que un carpintero pag22, Josh McDowell.

  28. LBLA.

  29. LBLA.

  30. LBLA.

  31. LBLA.

  32. LBLA.

  33. LBLA.

  34. LBLA.

  35. Citado en La cuestión de Dios pag132, Armand M. Nicholi.

  36. Apuntes IBLP, Nicolás Tranchini.

  37. Más que un carpintero pag45, Josh McDowell.

  38. Apuntes IBLP, Nicolas Tranchini.

  39. Más que un carpintero pag42, Josh McDowell.

  40. Citado en La cuestión de Dios pag137, Armand M. Nicholi.

  41. Cuadro tomada de Apologética pag137, N. Geisler y Ron Brookks.

  42. Citado en Apuntes IBLP, Nicolas Tranchini.

  43. Citado en Apuntes IBLP, Nicolas Tranchini.

  44. El Caso de la Fe pag77, Lee Strobel.

  45. Citado en El Caso de la Fe pag77, Lee Strobel.

  46. Apologética pag141, N. Geisler y Ron Brookks.

  47. Citado en Evidencia que exige un veredicto pag126, Josh McDowell.

  48. Apologética pag141, N. Geisler y Ron Brookks.

  49. LBLA.

  50. Citado en Evidencia que exige un veredicto pag125, Josh McDowell.

  51. Citado en Evidencia que exige un veredicto pag125, Josh McDowell.

  52. El Caso de la Resurrección pag18, Lee Strobel.

  53. El Caso de la Resurrección pag20, Lee Strobel.

  54. El Caso de la Resurrección pag18, Lee Strobel.

  55. ¿Conoces tu fe? Pag79, John Schwarz.

  56. Apologética pag145, N. Geisler y Ron Brookks.

  57. Apologética pag146, N. Geisler y Ron Brookks.

  58. El Caso de la Resurrección pag24, Lee Strobel.

  59. LBLA.

  60. LBLA.

  61. LBLA.

  62. LBLA.

  63. ¿Conoces tu fe? Pag184, John Schwarz.

  64. El Caso de la Fe pag79, Lee Strobel.

  65. LBLA.

  66. ¿Conoces tu fe? Pag184, John Schwarz.

  67. Citado en Apologética pag153, N. Geisler y Ron Brookks.

  68. El Caso de la Fe pag306, Lee Strobel.

  69. LBLA.

  70. LBLA.

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